La policía de La Haya pilló a tres conductores ebrios a los mandos del mismo vehículo en apenas unas horas de intervalo entre ellos el miércoles, informó la policía, que finalmente inmovilizó el coche.
La serie comenzó cuando un hombre de 40 años fue parado en un control de tráfico rutinario el miércoles por la mañana. El hombre no pasó el test de alcoholemia y, mientras los agentes le estaban multando, uno de los pasajeros que viajaban con él se puso detrás del volante y se escapó.
Pero el segundo conductor no llegó muy lejos, porque fue detenido enseguida por la policía, que le pasó el test de alcoholemia y dio también positivo. Fue multado y la policía lo soltó.
Sólo dos horas después, los agentes de policía volvieron a ver pasar el mismo coche, esta vez con otro conductor diferente. Después de que la policía volviera a parar el vehículo por tercera vez, el tercer conductor salió del coche y trató de escapar a pie, pero fue alcanzado.
Éste también dio positivo en el test de alcoholemia, pero además ya le habían retirado su carné de conducir anteriormente. Por ello, el coche fue incautado, poniendo fin a la serie de conductores bebidos.
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